Materiales

Cada uno de estos materiales tiene sus propias propiedades únicas, como la resistencia a la tracción, la dureza y la densidad, que los hacen adecuados para diferentes aplicaciones. Por ejemplo, el acero es conocido por su alta resistencia y dureza, lo que lo hace adecuado para aplicaciones que requieren soportar grandes cargas. El aluminio, por otro lado, es conocido por su alta relación peso/resistencia, lo que lo hace adecuado para aplicaciones en las que se necesita un material ligero y resistente.

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